Carles Tarrassó
Un tiempo espléndido
Julio - Septiembre 2021
Jardí Botànic de la Universitat de València, Valencia, España
Presentación: 22 de septiembre de 2021
Museo de la Universidad de Navarra, Pamplona
Experiencia gastronómica y vídeo
Idea original y texto: Carles Tarrassó
Poema "Silente" de Elena Krause Suárez
Producción y dirección del vídeo: Carles Tarrassó
Fotografía y montaje del vídeo: David Luis Pérez Magan
Fotogarafías: Cristóbal Neira
Asistencia logística: Maria Guerrero Oliver
El Jardín Botánico de la Universitat de València es un espacio para la contemplación y el conocimiento. Es la síntesis de muchos paisajes en la intimidad de un jardín, y el centro de toda una red de actividades que estudian la biodiversidad con el fin de conservarla, divulgarla, y fomentar su uso sostenible. Este trabajo busca contribuir a esas tareas, que se revelan cruciales en el momento actual.
Paseos por el Jardín
Los humanos somos seres biofílicos, necesitamos del roce con la biodiversidad y esto se ha hecho patente durante los confinamientos de los últimos meses, en los que en cada relajación de las medidas restrictivas la gente inundaba los parques y volvía a pasear por el campo.
La crisis del COVID-19 ha evidenciado también la desconexión con la naturaleza a la que nos han abocado los actuales sistemas social y económico. El hacinamiento en el que se vive en las ciudades, la añoranza de una naturaleza que muchos casi no conocen y su impacto en nuestra psicología. Muchos de los actuales fenómenos de crisis social, como los refugiados climáticos, son consecuencia de la destrucción de los ecosistemas por la acción humana.
Este proyecto comenzó con una serie de paseos atentos por el Jardín Botánico, como forma de conectar con la naturaleza.
En estos paseos también se recopiló información sobre plantas gastronómica y sensorialmente interesantes, que se recogieron en una sesión de fotografías realizadas con la colaboración del fotógrafo Cristóbal Neira.
Collage de plantas sensorialmente interesantes recogidas en el Jardín Botánico
Las golosinas
Las seis golosinas diseñadas para el proyecto, se basan en las impresiones subjetivas del jardín, y en el estudio de símbolos asociados al mundo vegetal. Al mismo tiempo, quieren ser una reivindicación de la gastronomía como forma de expresión artística multisensorial. Las golosinas se presentan en una caja de cartón reciclado envuelta en telas de lino y seda teñidas para este proyecto con sustancias vegetales, y aromatizadas con aroma de hierba luisa.
El árbol
Este capítulo se inspira en el gran roble que hay al principio del jardín, y gira en torno al simbolismo que los árboles han tenido en diferentes culturas como conectores del cielo y la tierra. Muchas sustancias que tienen su origen en árboles poseen un rol sagrado en ritos de diferentes religiones a lo largo de la historia. Sustancias aromáticas como la canela y el incienso, y productos como el aceite de oliva, usado para ungir en ceremonias religiosas.
La golosina, hecha solo con ingredientes procedentes de árboles, se inspira en la idea de aceite sagrado, y pretende ser una iniciación a la experiencia. Se trata de un polvorón de aceite de oliva y nueces ahumadas con humo de canela quemada, aromatizado con romero. Apela a los sentidos del olfato y trigeminal, por lo balsámico y pungente de la canela ahumada.
La fotosíntesis
Habla de la fotosíntesis como representación de los procesos que no vemos y que sostienen nuestra vida, como son los procesos de nuestro cuerpo. La fotosíntesis es también un proceso invisible a simple vista y que genera vida.
La golosina está compuesta de hojas. Se trata de una gominola de té negro aromatizado con bergamota. Las partes oscuras son té negro matcha.
Al jugar con la luz y las sombras apela a los sentidos de la termocepción y la vista. También con la interocepción, al comparar la fotosíntesis con los procesos vitales de nuestro cuerpo que muchas veces no vemos, pero que sí percibimos.
El invernadero
Juega sobre nuestro entendimiento con la naturaleza, con la idea de explorar otros lenguajes más primarios para conectarnos con lo trascendente.
La golosina es etérea, un papel comestible adornado con pétalos de rosa, malva y caléndula deshidratados y aromatizado con yuzu.
Apela a los sentidos del oído y el equilibrio, dos sentidos muy relacionados al encontrarse ambos en el órgano del oído. Juega con la ligereza del aperitivo -tan pesado como un papel de fumar- y el ligero crujido de los pétalos secos.
El estanque
Habla sobre el deseo de permanencia del ser humano, que constantemente se enfrenta a los procesos de la naturaleza que son efímeros, están en constante cambio, en constante renovación.
La golosina representa un nenúfar sumergido, hecho de ruibarbo, acompañado de estragón.
Apela al sentido de la cronocepción, ya que el discurrir del agua es una metáfora recurrente del paso del tiempo.
Las espinas
Habla sobre la necesidad que generan el miedo y el desconocimiento de tomar distancia de la naturaleza.
La golosina es una nube ligera de higos chumbos y melocotón, con una espina confitada de flor de hibiscus.
Apela a los sentidos del tacto y la vista. La piel, el órgano del tacto, es lo que nos separa del mundo exterior y reacciona a estímulos internos y externos. Internos como las emociones de miedo, amor o vergüenza, y externos como el roce con espinas afiladas.
La mandrágora
Representa el interés y el miedo que nos generan las propiedades de ciertas plantas como la mandrágora, a las que se atribuyen poderes curativos pero también el peligro de envenenar.
La golosina es una raíz de chirivía nixtamalizada, que representa la mandrágora, confitada con especias balsámicas y picantes, jugando con la idea de lo curativo y a la vez venenoso.
Por la complejidad aromática que aportan las especias cocinadas con la chirivía, apela a los sentidos del gusto y el olfato. También vuelve a jugar con la interocepción, ya que la tensión entre las ideas de cura o envenenamiento invita a analizar las sensaciones del propio cuerpo después de comer la golosina.
Producción
Cristóbal
David Luis
Carles
Presentación en el Navarra Gastro Summit 2021
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La experiencia se presentó el 22 de septiembre de 2021 en un taller en el Navarra Gastro Summit de Pamplona.
El taller consistió en una charla sobre sensorialidad y arte ecológico desde la disciplina gastronómica, y una degustación de las golosinas. Los capítulos del vídeo artístico que se inspiran en cada una de ellas acompañaron la degustación, generando una experiencia inmersiva.
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